Hoy a los actores de todos los ecosistemas se les pide que hagan más en una comunidad global en constante cambio. Tres preguntas para hacer:

1.- ¿Cómo se ven afectadas las interacciones de los consumidores por la disponibilidad de datos?

2.- ¿Están los consumidores dispuestos a pagar por el cambio o por más información?

3.- ¿Cómo se compartirán los costos en toda la cadena de valor?

Las cambiantes tendencias de consumo están impulsando un cambio fundamental en toda la industria alimentaria y agrícola. El modelo tradicional de la granja a la mesa ha evolucionado a la bifurcación de la granja y hoy se describe mejor como un ecosistema conectado. Esto plantea preguntas sobre el papel que desempeñarán las empresas de toda la cadena de valor (procesadores, fabricantes, distribuidores y minoristas) a medida que surja este nuevo ecosistema más conectado.

Y, sin embargo, mientras el sistema experimenta una interrupción dirigida por el consumidor, los jugadores de todo el ecosistema deben prepararse para múltiples escenarios operativos. La mentalidad de planificar para ahora, después y más allá no podría ser más crítica para abrazar la disrupción de lo que es ahora. Las expectativas de lo que las empresas alimentarias y agrícolas ofrecen, a los consumidores individuales y a la comunidad global, llevan a casa la necesidad de un ecosistema alimentario más conectado. Cuando se observa el impacto de estas preferencias cambiantes de los consumidores, queda claro que a medida que avanza el consumidor, también lo hace el resto de la cadena de valor. Lo que sigue es una mirada a cómo vemos que las preferencias individuales de los consumidores impulsan el cambio en todo el sector de alimentos y agricultura y lo que significa para el futuro.

EY Center for health equity (Centro de equidad para la salud) es conformado por Ernst and Young quienes plantean una nueva organización global que incurre también en lo agropecuario.

La equidad de la salud, es el estado en el que los resultados de salud y los costos de atención médica no están determinados por raza, etnia o estatus socioeconómico.

Durante las últimas décadas, los productores basaron sus decisiones principalmente en los precios de los productos básicos, mientras que, en el futuro, tendrán que estar más en sintonía con las preferencias de los consumidores, las tendencias de la industria y otras oportunidades de mercado. La sostenibilidad, el cambio climático y los nuevos avances en la tecnología digital han llevado a muchos productores a poner todo sobre la mesa mientras evalúan su futuro y buscan formas de optimizar la producción. Los agricultores están profundizando en cómo la digitalización puede crear nuevas oportunidades para sus negocios. También están evaluando fuentes de ingresos alternativas, como créditos de carbono y comercio electrónico, que podrían satisfacer sus necesidades financieras en el futuro.

El enfoque está cambiando de una ruta de retroalimentación lineal entre productores y consumidores a un sistema donde la conectividad a través de la cadena de valor es más importante que nunca. Los productores están ejerciendo más control sobre sus operaciones, utilizando nuevas herramientas y capacidades en busca de una mayor rentabilidad y eficiencia.

Como resultado, los jugadores en el medio, entre el productor y el consumidor, deberán evaluar sus propios modelos de negocio para ver dónde encajan en el nuevo ecosistema conectado donde la agilidad y la resiliencia se han vuelto imperativas.

Los consumidores también están cambiando. Quieren visibilidad sobre dónde y cómo se producen, empaquetan y entregan los alimentos. A medida que la transparencia de los métodos de producción física y los sistemas de valores de los productores y fabricantes se convierten en expectativas básicas de los consumidores, está surgiendo una oportunidad para aquellos que pueden entregar su producto con autenticidad para obtener una mayor confianza y valor con el consumidor. Esto era posible anteriormente debido a la proximidad geográfica entre consumidores y productores. En un sistema alimentario reinventado, los datos serán críticos para abordar las preferencias de los consumidores. ¿Esta ola de cambio finalmente recreará la forma en que se producen y venden los alimentos, o será solo un nicho de producción especializado?

El cambio ya está causando ondas en toda la cadena de valor. Las empresas en el medio están buscando formas de adaptarse y mantenerse alineadas con los cambios del mercado en la cadena de suministro, la tecnología y la sostenibilidad. Se están tomando decisiones que podrían acelerar la disrupción de todo el ecosistema y crear nuevas oportunidades para la optimización de activos, el crecimiento y una conexión más profunda entre productores y consumidores.

Estos nuevos enfoques en la equidad de la salud de los pueblos nos imponen la urgente necesidad en el Ecuador de legislar a favor de procesos de transparencia en todos los escenarios desde el manejo de la producción de alimentos a nivel de campo, recolección, empaque, y transparentar igualmente a toda esa cadena de valor que estoy seguro produciría ajustes de ingresos y ganancias mas nobles y moralmente justos para todos nosotros.

Ing. Pedro Alava Gonzalez. M.Sc.