Los avances de la tecnología en la agricultura tienen que ayudar a reducir nuestros costos de producción y paralelamente, maximizar los niveles de rendimiento por unidad de área sembrada, si esto no se da, tenemos que corregir el manejo a nivel de campo y pensar distinto. En el pasado inmediato nuestros catedráticos nos enseñaron a pensar erróneamente en dosis masivas expresadas en grandes volúmenes de fertilizantes que debíamos aplicar por hectárea, pues asumían que en las muestras de suelo tomadas en los sitios muestreados y enviadas hacia los laboratorios, los contenidos de arcillas eran iguales y por ende, reflejaban una única forma de adsorción, y por ende la absorción de los nutrientes por las plantas eran idénticas en cualquier parte del campo fertilizado.
Hoy en este articulo solo he tomado a los fertilizantes como ejemplo, pero debe comprenderse que es aplicable en todas las labores de manejo de un cultivo, la eficiencia y el mejoramiento de la productividad esta en manos nuestras, los técnicos de campo. Hoy tratare de enfatizar que “No podemos seguir despilfarrando los dineros de nuestros empresarios o los nuestros propios”. Los productores del mañana deben ser administradores de unidades agropecuarias rentables, y utilizar las nuevas tecnologías para lograrlo, dicho esto, todos los fertilizantes y el resto de los insumos, son productos costosos y “aquellos que no poseen control de ellos y aplican demasiado en sectores innecesarios, están reduciendo sus márgenes de ganancia”.
En efecto, nos enfocaremos en un correcto manejo y aplicación de los nutrientes que requieren nuestros cultivos, y aquellas programaciones descomunales excesivas del pasado donde asumíamos que toda la superficie debía ser fertilizada, sea cosa del pasado. Hoy es la era en que las aplicaciones de campo son específicas para los lotes o sitios donde algún elemento es deficitario. “En un futuro cercano, los productores podrán usar sensores para detectar cuánto nitrógeno está presente en las hojas de las plantas y, mediante algoritmos, calcular cuánto nitrógeno adicional necesitan sus cultivos”. Esto es igualmente posible para determinar plagas y enfermedades en lotes puntuales y evitar aplicaciones masivas.
Las empresas privadas que normalmente utilizan la tecnología de punta tienen que preocuparse de entrenar y educar a sus mejores técnicos para pasar de la fase de la agricultura inteligente hacia la agricultura digital, para aprovechar las nuevas tecnologías de producción agrícola en el cambio de siglo. Tecnologías como máquinas autónomas, robots equipados con sensores, drones y satélites forman parte del nuevo entorno agrícola, bautizado como Agricultura 4.0
Los empresarios agropecuarios tienen que enviar a sus técnicos a las universidades para actualizarse; recuerden, la ciencia la puedes hallar en los libros he ahí tantos charlatanes seudocientíficos, pero sin el conocimiento in situ de la tecnología es un timo, por ello es útil recordar el siguiente Adagio: “La tecnología sin ciencia es absurda y sin fundamento, pero una ciencia carente de tecnología carece de sentido”.
A continuación, copio parte de las investigaciones que realiza la universidad de la Florida/ IFAS (Instituto de ciencias de los alimentos y ciencias agrícolas) Lakesh Sharma, un investigador moderno, lidera un equipo de investigadores que utilizan drones para desarrollar algoritmos que estiman las tasas de aplicación de nutrientes para obtener rendimientos óptimos de los cultivos. Están a pocos meses de finalizar los resultados relacionados con las necesidades de nitrógeno del maíz y el algodón.
Hoy la universidad está llevando a cabo una investigación financiada por el estado sobre la aplicación de nutrientes (fertilizantes) a cultivos agronómicos, vegetales y frutales para actualizar las recomendaciones de manejo de nutrientes de IFAS utilizando un concepto de “4R (4 Right): 1. cantidad correcta, 2. fuente correcta, 3. momento correcto, 4. ubicación correcta; además de una gestión adecuada del agua. Las recomendaciones de IFAS son congruentes con las Mejores Prácticas de Gestión (BMP) del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida implementadas por los productores para manejar sus cultivos de manera eficiente y minimizar los impactos ambientales.
El sitio web del Programa de Manejo de Nutrientes de UF / IFAS está diseñado para ser una ventanilla única para toda la información relacionada con las últimas investigaciones sobre nutrientes y las recomendaciones actualizadas de IFAS.
Sharma está desarrollando sus algoritmos utilizando el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI), un predictor establecido de la salud de las plantas. Los valores de NDVI son una relación de las longitudes de onda rojas y las longitudes de onda del infrarrojo cercano reflejadas por las hojas de las plantas. Los valores oscilan entre -1 y 1, con valores bajos y negativos que indican agua o nubes, 0 que indican suelo desnudo y valores altos y positivos que indican vegetación exuberante.
Usando un sensor multiespectral montado en un dron hexacóptero, el equipo de Sharma recopiló datos de NDVI de pequeñas pruebas de parcelas en tres propiedades de UF / IFAS: la Unidad de Investigación y Educación del Norte de Florida – Suwannee Valley en Live Oak; la Unidad de Investigación y Educación en Ciencias Vegetales en Citra; y el Centro de Extensión Agrícola de Hastings en Hastings. Los resultados son mapas aéreos con franjas de colores neón correspondientes a los valores de NDVI. Los algoritmos del equipo conectan una tasa de aplicación de nutrientes con cada valor de NDVI.
Al permitir que los algoritmos dirijan las cantidades de aplicación de nitrógeno y al aplicar fertilizante durante todo el ciclo de crecimiento, el equipo de Sharma ha logrado una tasa de eficiencia de nitrógeno superior al 60%, aproximadamente un 15% más alta que el promedio nacional y un 20% más alta que el promedio mundial.
Aunque la investigación continúa, Sharma ya está trabajando a través de las oficinas de Extensión de UF / IFAS para compartir lo que ha aprendido sobre herramientas de agricultura de precisión como drones, sensores NDVI y algoritmos derivados de NDVI con los productores. A través de demostraciones, los productores están aprendiendo a replicar sus resultados. Imagina un futuro en el que puedan confiar en los datos obtenidos de un sensor en el cielo para dirigir tractores montados en GPS que aplican cantidades precisas de fertilizante a través de boquillas de tasa variable.
“Estamos concienciando a los productores sobre esta tecnología y exponiéndolos a ella tanto como sea posible, para que puedan comprender cómo funciona y cómo pueden beneficiarse de ella”, dijo Sharma.
Finalmente, Yo insisto que actualizarse en el uso de nuevas tecnologías agropecuarias no es una opción es fundamental para la sostenibilidad, la competitividad y la rentabilidad del sector agrícola, y el crecimiento de sector más importante del Ecuador.
Ing. Pedro Alava Gonzalez. M.Sc.
Sunrise, Florida 33322.