Escuchando a nuestro presidente electo ofrecer que pondrá bajo riego alrededor de 90.000 hectáreas entre las provincias de Manabí, Los Ríos y la península de santa Elena, le envió mis felicitaciones desde ya, pues sería un salto tecnológico enorme por el bien de nuestros campesinos y agricultores, ante ello, me he tomado la libertad de aportar a la distancia sobre este conspicuo tema muy nombrado y poco comprendido.
Como experto en este tema, inicio mis comentarios técnicos asumiendo que los sistemas de riego ofrecidos son sistemas de mediana y baja presión de alta eficiencia (No superficiales) y por ser inversiones muy significativas, espero que mis sugerencias sean consideradas porque los sistemas de riego son una de las más importantes obras de infraestructura, que nunca funcionan solas como aparentemente parecen y por ello debe estar al frente de un proyecto de esta magnitud, un buen profesional competente .
El pretender hacer exclusivo uso de fuentes de agua superficiales no es siempre técnicamente conveniente, y algunas veces es más recomendable buscar aguas de mejor calidad en el subsuelo y perforar pozos y reducir costos que un sistema de riego por gravedad acarrearía de posibles sobre dimensionamientos en los grupos de bombeo y diseños hidráulicos de mayores pérdidas de carga, inclusive en la práctica, es muy normal encontrarse en dichas 3 provincias a muchos agricultores y campesinos que son colindantes y vecinos y con un solo grupo de bombeo se podría dar riego a más de 1 solo agricultor, en fin, eso dependería de la experiencia del técnico para una correcta toma de decisiones.
Empecemos mencionando la importancia previa de análisis de suelos como los análisis de las aguas para riego, porque no todas las aguas empleadas para riego poseen las mismas propiedades físicas y químicas, algunas llevan disueltos muchos iones tóxicos que cuando son aplicados sobre el follaje queman el cultivo, y cuando son aplicadas por goteo o de forma sub foliar, a la larga se acumulan en el perfil del suelo y afectan a los cultivos, otras veces llevas muchos solidos en suspensión que obturan los funcionamientos correctos de goteros o micro aspersores en ambos sistemas de aplicación del agua de riego. Hoy todo buen diseño de riego debe incluir su controlador de riego (irrigation controller o computadora) con su propio sistema de limpieza y filtrado, así como su sistema inyector de fertilizantes y pesticidas incluidos en cada estación de bombeo.
Ahora bien, algunas zonas y sectores dentro de las 3 provincias mencionadas reciben cíclicamente estaciones invernales con altas precipitaciones, las que ayudan a lavar los excesos de iones tóxicos acumulados en las zonas radiculares pero otras veces los excesos de lluvia perjudican los cultivos desprovistos de sistemas eficientes de drenajes echando al traste el beneficio del riego.
Dicho esto, debo enfatizar que el riego y el drenaje agrícola son dos prácticas que, si bien son distintas, actúan en simbiosis pues están estrechamente relacionadas y a menudo se consideran inseparables en la agricultura moderna. El riego es para el drenaje como la sombra es al árbol, ambos sistemas desempeñan un papel fundamental en la gestión del agua en la agricultura y son esenciales para el éxito de la producción de cultivos.
Una agricultura sin sistemas de drenajes acarreara muchos problemas siendo los encharcamiento y saturación de la superficie los primeros observados, ignorando lo que ocurre debajo del suelo con la acreción de la tabla de agua o nivel freático que ocasionara serios daños a sus plantas.
En cítricos Yo pude apreciar que cuando el 1/3 de la profundidad radicular efectiva del cultivo esta sumergida por más de 3 días, los rendimientos decrecen en la misma proporción en calidad, así como en cantidad por unidad de superficie sembrada. El principal propósito del drenaje es proveerle al sistema radicular del cultivo un ambiente ideal para un máximo crecimiento y evitar que la falta de oxígeno, limite la cantidad de nutrientes disponibles hacia las plantas. Cuando el agua inunda los suelos llena los poros del suelo y desplazan el aire y obstruyen los gases que salen por las raíces bloqueando el intercambio de los gases del suelo con aquellos afuera de la atmosfera minimizando la difusión de gases a través del suelo. Pues bien, una vez que todo el oxígeno es desplazado, se inicia un proceso de descomposición anaeróbica que trae como resultado una producción reducida de compuestos orgánicos como metano o gases llamados marsh o de pantano que a la larga significa que la materia orgánica desacelera su velocidad de descomposición. Cuando eso ocurre el nitrógeno queda bloqueado en los residuos orgánicos y la rata de transpiración de las plantas se reduce, se emiten grandes concentraciones de dióxido de carbono y los cultivos empiezan a mostrar múltiples síntomas de afectación que a veces son amarillamiento o enrojecimiento de sus hojas, otras veces acorchamiento que son indicaciones obvias de desbalances nutricionales causados por las inundaciones, estos problemas se tornan más severos en suelos pesados donde su pobre permeabilidad produce un muy lento descenso de la tabla de agua a una velocidad mucho menor que la velocidad de transpiración de muchos cultivos, es aquí cuando se requieren sistemas de drenajes integrales, es decir es una combinación de sistemas de drenajes superficiales, en el subsuelo y que todos descarguen sus aguas hacia grandes colectores que las conducen finalmente a embalses aguas abajo donde se encuentren instaladas eficiente bombas de drenaje para minimizar los perjuicios en épocas lluviosas.
El drenaje agrícola es un sistema diseñado para eliminar el exceso de agua del suelo y evitar que se acumule para prevenir problemas como el encharcamiento, la salinidad excesiva del suelo y la asfixia de las raíces debido al exceso de agua. En algunas zonas, los sistemas de drenaje en suelos pesados dentro de isoyetas de lluvias mayores a los 900 milímetros precipitadas en pocos meses deben incluir tuberías subterráneas, zanjas, canales y grupos de bombeo para desviar el agua de manera efectiva.
La inseparabilidad de estas dos prácticas radica en la necesidad de equilibrar adecuadamente el suministro de agua a los cultivos y la eliminación del exceso de agua. Si no se proporciona un sistema de riego adecuado, los cultivos pueden sufrir sequías, lo que afecta negativamente su crecimiento y producción. Por otro lado, si no se implementa un sistema de drenaje eficaz, el exceso de agua puede dañar los cultivos y el suelo.
En resumen, manteniendo mucha sindéresis con la adopción de la ciencia y la tecnología, el riego y el drenaje agrícola son complementarios y esenciales para garantizar el suministro adecuado de agua a los cultivos y la eliminación del exceso de agua. La combinación de ambos sistemas permite a los agricultores optimizar las condiciones del suelo y el crecimiento de los cultivos, lo que es fundamental para la agricultura moderna y la seguridad alimentaria.
Ing. Pedro Alava Gonzalez M.Sc.